Cuando Jake tenía tan solo cuatro semanas y era un pequeñísimo cachorro, quedó atrapado en medio de un incendio. William Lindler, bombero local de Carolina del sur, Estados Unidos, vio que salía humo de la casa de su vecino, y se acercó a ayudar.
Cuando los vecinos alertaron de que dentro había un perro encerrado, Lindler entró en acción. Lo rescató cuando aún estaba con vida, pero la pobre criatura, que respondía al nombre de Jake, tenía el 75% de su cuerpo quemado.
Los dueños de Jake estaban bien, pero con gran pesar se vieron obligados a abandonar al pequeño en una veterinaria.
La realidad era que no podían financiar todo el cuidado que necesitaba Jake después de haber sufrido tanto.
Pero afortunadamente, Lindler, su rescatista, decidió hacerse cargo de él.
Contacté al veterinario y me informó que… la familia lo había abandonado en la oficina. Fue ahí cuando mi familia y yo decidimos adoptarlo.
Desde el día en el que William adoptó a Jake, el cachorro se convirtió en un miembro de lo más especial del departamento de bomberos del pueblo.
El amor y los cuidados que recibió por parte de su dueño y del resto de los bomberos ayudaron a que tuviera una rápida recuperación de sus quemaduras, y se convirtiera en un perro realmente juguetón y feliz. Pero eso no es todo.
¡Le dieron un certificado que lo convirtió en la mascota oficial del departamento! Este es el “juramento” que firmó Jake —plantando su huella en el documento, para hacerlo oficial.
Yo, Jake el Perro Bombero, como mascota del Departamento de Bomberos de la Ciudad de Hanahan, prometo ayudar a que los niños sonrían con mi encantadora personalidad y a que aprendan sobre la seguridad contra incendios y qué hacer en caso de emergencia. A través de mis esfuerzos, ayudaré a promover la Misión, la Visión y los Valores del Departamento de Bomberos de Hanahan. Ningún trabajo es muy grande o muy pequeño cuando se trata de niños.
Ahora, Jake se dedica a cumplir lo que ha prometió en su juramento: visitar colegios y enseñar todo sobre seguridad a los niños.
¡Incluso tiene placa y uniforme!
Ahora, su dueño quiere que Jake vaya un paso más lejos y quiere convertirlo en un perro de terapia para niños quemados.
De esta manera, los niños podrían entender que a pesar de lo malo que pueda parecer todo, se puede superar y se puede vivir de manera feliz. Tal como lo hizo Jake después de su horrible accidente.
Estaba destinado a ser un héroe.