Hace algún tiempo, un piercing era algo que no estaba del todo aceptado, y por lo tanto se trataba de algo que se hacía gente a la que no le importaba lo que pensaran los demás. Los malotes, vaya. Pero algo ocurrió… empezó el boom del piercing y todos querían llevarlos.
La gente se empezó además a hacer agujeros en lugares como el ombligo, la nariz, los pezones, los labios y zonas íntimas… Y actualmente, ya es casi habitual ver todas estas perforaciones. Pero a pesar de ello, nuestro protagonista quiere tener uno y ha optado por el “háztelo tú mismo“… y el resultado ha dado la vuelta al mundo.
Ahí lo llevas:
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Os dejamos con estas otras 29 personas que se van a arrepentir tarde o temprano de sus modificaciones corporales.