En determinados aspectos, la sexualidad femenina siempre ha tenido menos tabúes que la masculina. Por ejemplo, el hecho de que dos chicas vayan de la mano por la calle o se toquen cariñosamente no extraña a nadie. Sin embargo, en nuestra sociedad, se mira con “sospecha” cuando lo hacen dos chicos que afirman ser heterosexuales lo hacen. Normalmente, se les tacha de gays reprimidos.
Pero la sociedad avanza y esas actitudes podrían acabar siendo algo del pasado. Es al menos lo que postula la profesora Jane Ward, de la Universidad de California, que ha sido la primera en identificar una tendencia llamada ‘brojob‘.
Algunos datos: en 2006, un estudio de la Universidad de Nueva York arrojó que el 3,5% de la población había tenido relaciones sexuales homosexuales… a pesar de considerarse heterosexuales. La interpretación de Ward es que este 3,5% tiene perfectamente claro lo que les atrae… pero no renuncia a probar cosas nuevas.
Esto es lo que dice Joe Kort, un sexólogo que mantiene la web Straightguise.com —que podría traducirse como “apariencia heterosexual“:
“La preferencia sexual va acerca de varios deseos, posiciones y fantasías mientras que la identidad sexual va acerca de cómo uno se identifica en términos de hetero, gay o bisexual.”
Se trata de lo que alguien se llamaba ser “heteroflexibles” o “heterocuriosos“, pero que ha resurgido con una nueva denominación: ‘brojob‘, surgido de la combinación de las palabras “brother” —hermano, o colega— y “blowjob” —sexo oral.
Ward publicó recientemente el libro Not Gay: Sex Between White Straight Men —”No gay: sexo entre hombres blancos heterosexuales“—, no sin polémica. Según su definición los ‘brojobs‘ son hombres que pueden tener relaciones sexuales con otros hombres pero que se declaran heterosexuales… porque, según ella, verdaderamente lo son.
Según ella, al contrario que las mujeres, los hombres se han educado en conceptos bastante homofóbicos que tendrían poco que ver con la naturaleza del ser humano, y cuando tienen relaciones gays lo hacen como “campo de pruebas“.
Según explica Ward, habría ciertos ambientes en los que es más posible que aparezcan este tipo de comportamientos, como por ejemplo las escuelas militares, las fraternidades, las cárceles… obviamente, por la ausencia de mujeres, aunque también por mero placer. También hay que destacar el papel que ha jugado Internet, ya que abre la puerta a muchos hombres que quieren “experimentar” de manera completamente anónima.
Por otro lado, Internet ha abierto la puerta a muchos hombres que desean hacerlo desde el anonimato y facilita el contacto con otros hombres como ellos.
Sea como sea, la autora explica que es una oportunidad para decir ” mira, soy tan hetero que puedo hacer lo que sea sin que ello tenga ninguna consecuencia en mi orientación sexual diaria“.
Según ella hay ciertos límites que estos ‘brojobs‘ no están dispuestos a sobrepasar:
“Se llevan a cabo juegos entre ellos como sexo oral, penetración con los dedos, masturbación mutua, y todo aquello que se pueda hacer en unos pocos minutos, incluso penetración anal pero nunca besos y caricias. (…) No se trata de atracción ni física ni emocional.”
Suena a frase de Torrente, pero así lo cuenta la autora.
En las redes sociales se han podido leer comentarios de todo tipo:
+Eh tío, te la casco un rato?
-Qué dices?? eres gay?
+Nooo, sólo un brojob
-Aah vale, es que soy NO HOMO orgulloso https://t.co/WMFbJ4oVmv— Graymon (@GraySubZero) 14 de septiembre de 2016
Yo creo que me he contado a mi mismo mentiras mucho peores que la peña esa que dice que es Brojob.
— JeffreyJulmismo (@alitecarlito) 14 de septiembre de 2016
Entonces la relación de Pablo Iglesias y Albert Rivera es ‘brojob’ o qué ya?
— Prosak (@soyleeprosa) 14 de septiembre de 2016
Nosotros creemos que lo que hace falta es acabar con el odio. Urgentemente. Os dejamos con la brutal agresión homófoba de un nazi a una pareja por besarse en la calle.