A la revelación de que cuatro de los cinco llamados “violadores de San Fermín” habían abusado anteriormente, durante el pasado mes mayo, de otra joven de 21 años en una localidad de la provincia de Córdoba, se han unido estos días unos nuevos WhatsApp compartidos previamente a la fatídica madrugada del 7 de julio que evidencian que este era su modus operandi habitual.
A la revelación de que cuatro de los cinco llamados “violadores de San Fermín” habían abusado anteriormente, durante el pasado mes mayo, 
Y es que según se va conociendo más y más información sobre estos jóvenes, más se confirman las peores sospechas… A través de los mensajes de WhatsApp se han sabido más datos, por ejemplo, de la también fatídica noche que salieron de fiesta en Pozoblanco, Córdoba, y en la que terminaron abusando de otra joven de 21 años.
En unos mensajes de WhatsApp que obran en poder del Juzgado de Pamplona, el procesado José Ángel Prenda Martínez se jacta de haber usado la placa de su amigo Guardia Civil para quedarse “medio gramo” de cocaína.
“Teníamos placa chavales jajajaja. Le quitamos a unos nota la coca con la placa. El Alfonso y yo jajaja.”
El mismo amigo que le había preguntado le contesta lo siguiente: “qué fácil es violar así“.
Ángel Boza, el único de los detenidos en Pamplona que no estuvo en Córdoba, quiso saber si era cierto, y Prenda insistió: “Te lo juro y les quitamos a unos catetos un medio [gramo] (…) El sábado saqué partido a todas las veces que me han parado y registrado. A eso y a la placa de mi colega. Abusé un poco de mi autoridad“. Vaya tela.
El “amigo” dueño de la placa en cuestión sería Antonio Manuel Guerrero Escudero, Guardia Civil de profesión y que en aquellas fechas se encontraba destinado en prácticas en aquella localidad. Después de su detención fue suspendido de destino por la Dirección General de la Guardia Civil.
El grupo contaba con un chat en el que estaban los cuatro amigos que fueron de fiesta a Pozoblanco y otras siete personas llamado “Manada“, y que ahora está resultando de lo más incriminador. En el grupo no solo comentaban sus acciones, sino que compartían vídeos de la supuesta agresión sexual.
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Por cierto, que ha salido a la luz la ficha policial de estos energúmenos, y todo el mundo está flipando con sus tatuajes.