A todos nos ha pasado alguna vez: enviamos un mensaje comprometido y, cuando ya es demasiado tarde, nos damos cuenta de que ha ido a parar al destinatario equivocado. Ese incómodo momento en el que, por ejemplo, nos ponemos a criticar a alguien y de pronto nos damos cuenta de que se lo estamos contando a esa persona en vez de a nuestro confidente habitual.
En fin: como siempre es un alivio saber que ha habido otros que han metido la pata antes que nosotros, y a veces incluso más que nosotros, os dejamos con esta hilarante historia.
Patrick Davidson es un estudiante que, después de una noche de borrachera —o peor—, por razones que se nos escapan decidió enviarle un mensaje a su profesor, el señor Martin.
No sabemos cuál sería su cara al darse cuenta del error a la mañana siguiente, pero, sin duda, no puede ser mejor que la respuesta del docente:
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
Por cierto, os dejamos con estos otros 24 mensajes de texto que llegaron al destinatario equivocado, y que NUNCA serán olvidados.