El autocorrector es una herramienta muy útil cuando sirve de ayuda para escribir correctamente… pero no tanto cuando tenemos demasiada prisa como para fijarnos bien en lo que escribe, ya que cometer graves errores que hagan que se exprese algo que… bueno, ya veréis.
El autocorrector es una herramienta muy útil cuando sirve de ayuda para escribir correctamente… pero no tanto cuando tenemos demasiada prisa como para fijarnos bien en lo que escribe, ya que cometer graves errores que hagan que se exprese algo que… bueno, ya veréis.
A continuación os dejamos una lista de conversaciones de WhatsApp y otros servicios de mensajería en los que el autocorrector jugó una mala pasada… Momentos incómodos que seguro que sus protagonistas tardarán en olvidar.
Al padre no le hace gracia que se “cojan” a su hijita:
Seguro que no lo pasará tan “bárbaro” cuando llegue a casa.
Nada como el amor propio:
No tiene nada de raro, a mí también me gusta estar conmigo.
Casi lo mismo:
Debajo de las ropas de cualquier budista se esconde un nudista.
Cuando no quiere, no quiere…:
¡No deja poner palabrotas!
Donde haya un buen plátano…:
El plátano puede servir de postre también.
“Escroto“:
Sí, mejor sigue estudiando…
Seguro que lo pasaría mejor en “la sexual“:
El autocorrector a veces saca nuestro lado oscuro.
¡Sin comentarios!:
Si Steve Jobs levantara la cabeza.
Yo no me metería en el agua…:
Si esta playa existiera, sería muy popular.
¡Si vienen dos vaginas VOY!:
Por lo menos vienen dos vecinas, no sabemos si cada una con una o más vaginas.
Creo que no fue el corrector aquí…:
Se le ve el plumero.
Y a vosotros, ¿alguna vez el corrector os ha jugado una mala pasada? Contádnoslo en los comentarios.
Os dejamos con esta mujer que se equivoca de chat en WhatsApp… y termina revelando toda la infidelidad de su hijo.