Amber y Levi Nelson es una pareja completamente normal que, como muchas otras, siempre habían querido tener una familia a la que cuidar y amar. Fueron inmensamente felices cuando tuvieron a su primera y segunda hija. En ese momento decidieron que no tendrían más hijos, pero el destino tenía otra idea en mente.
Y es que cuando ellos pensaban que ya no serían papás otra vez, el médico les dio una gran sorpresa: estaban embarazados de nuevo, pero no de uno ni de dos… sino que iban a tener trillizos.
Cuando te enteras de noticias así inmediatamente temes el coste que puedan tener las facturas médicas, y por supuesto el riesgo que implica tener trillizos.
Finalmente las pequeñas nacieron vía cesárea y muy saludables, pero Amber tuvo que pelear mucho por su vida. Llegó a morir en la sala de parto, pero fue resucitada con la ayuda de una transfusión de sangre.
Ahora se está recuperando y ha contado que necesitaba estar en este planeta para cuidar a sus 5 hijas. No es el único milagro que se vivió con el nacimiento de estas trillizas, y es que una vez que la madre estuvo fuera de riesgo, los médicos notaron algo increíble que compartían las tres recién nacidas: Eran exactamente iguales, trillizas idénticas. Es extremadamente poco probable que esto ocurra.
Se supone que la probabilidad de concebir a trillizos de manera natural es de “una en ocho mil“, muy poco… pero las posibilidades de que sean trillizos idénticos son aún menores: “van desde uno a 60 mil a uno en dos millones“.
La comunidad ha apoyado a la familia y ha creado una campaña en GoFundMe para ayudar a recaudar fondos para la familia. Hasta el momento lleva 2.920 dólares juntados de una meta de 25 mil.
Afortunadamente, las hijas mayores se han volcado en el cuidado de las trillizas, y la felicidad se ha multiplicado en la casa de la familia Nelson.
Y ahora, ¿cómo van a diferenciarlas?