¿cómo si no le parecería tan buena idea decorar su cuerpo con algún extravagante dibujo?
Todos conocemos historias en las que alguien –generalmente un amigo de un amigo– se levanta una mañana sin recordar nada… y con algún tatuaje donde antes no había nada. El protagonista de estas historias seguramente le echa la culpa a los chupitos de tequila de la noche anterior,En esos casos daríamos las gracias por habernos hecho un tatuaje pequeño y discreto. Por otro lado, si tenemos muy claro lo que queremos, y nos aseguramos que el encargado de plasmarlo va a estar a la altura de las circunstancias, ¿por qué no tatuarse todo —o casi todo— el cuerpo? Os mostramos un ejemplo sencillamente genial.
Pasen y vean:
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
Os dejamos con la historia de esta chica que salió fiesta por Magaluf, y se despertó con esta inquietante frase tatuada en el culo…
… y con la de este chico drogado fan de Pokémon que intentó tatuarse a Charmander y… bueno, mejor lo véis.