En Internet puedes encontrar muchas historias verdaderamente increíbles. Algunas son completamente reales y otras no tanto… pero en realidad, a veces no importa si lo son o no, porque lo importante es que nos hagan reflexionar, o simplemente pasar un buen rato con ellas.
Esta historia que hemos encontrado en Upsocl entra en esta última categoría: se trata de un relato cómico con un final muy sorprendente que estamos seguros de que te hará reír.
Trata sobre un hombre mayor que debía entregarle una muestra de esperma a su doctor y tiene un gran problema que… bueno, mejor lo veis:
Un hombre de 85 años debía tomarse un examen de esperma para un examen físico. El doctor le dio un frasco y le dijo: “Lleve este jarro a casa y tráigalo mañana con una muestra”.
Al día siguiente, el hombre de 85 años se presentó en la oficina del doctor y le entregó el jarro igual de vacío que el día anterior.
El doctor le preguntó qué había pasado, así que el hombre le explicó.
“Bueno, doctor, ocurrió esto: primero traté con mi mano derecha, pero no pasó nada. Luego traté con mi mano izquierda, pero nada tampoco. Después le pedí ayuda a mi esposa. Ella trató con su mano derecha y con la izquierda, pero no lo logró. Al rato, trató con su boca y dientes… ¡Nada! Incluso llamamos a Arleen, la señora que vive al lado, para que tratara. Y lo hizo con sus dos manos, con los dientes e incluso con la axila. Después de que ella lo estrujó con sus rodillas, nos dimos por vencidos”.
El doctor quedó impresionado y le dijo: “¿Le pidió ayuda a su vecina? ¡Dios santo!”
Y entonces el anciano respondió: “Sí, ninguno de nosotros consiguió abrir el frasco”.
¿Qué te pareció la historia?