Las misteriosas pinturas tienen una explicación… pero al principio las huellas de dedos meñiques descubiertas en una cueva en el sudoeste de Egipto y que no pertenecían a ser humano alguno, han vuelto locos a todo el mundo.
Todo comenzó cuando un grupo de antropólogos del Instituto McDonald de investigación arqueológica, de la Universidad de Cambridge, encabezados por Emmanuelle Honoré, se encontraban analizando restos pictóricos que habían sido encontrados cerca de la localidad de Wadi Sura, en Egipto.
Se trata de una gruta en la que se encontraron unas 5.000 pinturas rupestres en el año 2002, y la mayoría de ellas reflejan imágenes de seres humanos, animales y misteriosas especies sin cabeza.
Lo más misterioso sin embargo, es que se encontraron centenares de huellas de manos perteneciente a un adulto y 13 impresiones de menor tamaño. Hasta ahora se había dado por supuesto que estas últimas las habrían dejado niños, pero ahora los antropólogos han desmentido esta teoría.
Al comparar las huellas con las manos de menores e incluso con las de bebés prematuros, han llegado a la conclusión que no son humanas.
¿De dónde han salido estas huellas entonces?
Las manos en negativo del abrigo de Wadi Sura II (Sáhara oriental) pertenecen a reptiles https://t.co/mQySGEMlKI pic.twitter.com/CFd5OXjhAp
— Paleorama (@paleotwit) March 2, 2016
Stone Age "baby hands" may actually belong to lizards, by @kristinromeyhttps://t.co/5tNWRX3Omf pic.twitter.com/VlMvc9jAor
— Mark Strauss (@MarkDStrauss) February 29, 2016
El secreto estaban en los dedos, que eran más largos de lo que sería normal en un niño. Los han llegado a una conclusión casi unánime y ahora estiman que lo que estos pintores antiguos usaban para hacer estas impresiones, eran en realidad patas de lagartijas.