Si habéis compartido piso alguna vez, sabréis lo que se siente: llegas a casa contando con que en el frigorífico todavía está ese postre favorito que compraste en el supermercado, y estás deseando volver a casa después de un largo día de trabajo para saborearlo… pero cuando llegas a casa se te llevan los demonios al comprobar que “alguien” se lo ha zampado antes de que llegaras.
Es solo un ejemplo de las muchas cosas “buenas” que tiene compartir frigorífico, sea en el piso o sea en el trabajo. Os vamos a contar otro, que además se ha convertido en todo un fenómeno viral: en una oficina, alguien se tomó el Cacaolat que otro compañero guardaba como oro en paño, y se lió parda.
La verdad es que ya que nos roban la comida, por lo menos que se convierta en un meme de esos que nos saca una carcajada.
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Critica que el menú esté escrito en catalán… y las respuestas se convierten en un auténtico derroche de ingenio.