Hay récords que nada más al escucharlos por primera vez nos sorprenden, por lo que tienen de únicos e inigualables. Este es sin duda uno de ellos.
Hace algunos días unos médicos se llevaron una sorpresa increíble, porque posiblemente estaban ante el bebé más grande que había nacido. Ocurrió en el Hospital King Edward ubicado en Perth, Australia, y el peso de dicho bebé era de 18,1 kilos. La madre también era “de récord“: pesaba 272 kilos.
Los especialistas del hospital que atendieron a la mujer y lograron traer a este mundo al niño se dieron cuenta del tamaño tan grande nada más verlo.
Eso sí, a pesar de pesar 18,1 kilos, el pequeño nació sano y sigue estando en un estado más que saludable.
El nacimiento se llevó a cabo por cesárea para que tanto la madre como el bebé no estuvieran en peligro. En un principio se pensaba que la madre iba a tener gemelos o hasta trillizos, pero no, solo era uno y muy grande.
“He tratado con muchas mujeres que padecen obesidad, aunque este nacimiento es único, porque yo al principio creía que podrían ser gemelos o trillizos. Sin embargo después me entere que solo era uno y me quedé muy sorprendido”, dijo el doctor a los periodistas.
La noticia se ha hecho rápidamente viral por razones obvias: posiblemente se haya convertido en el bebé más grande hasta la fecha, al menos del que se tenga conocimiento.
El que actualmente está en segundo lugar es un bebé sudafricano que, por lo visto, nació pesando 17,2 kilos en 1839. Era de origen zulú y antes de sus 18 años ya media cerca de 2,28 metros, algo que seguramente le espere a este gran bebé que seguirá siendo noticia en los próximos días, ¿no crees?