Como toda buena profesora, a esta mujer de Chicago siempre le ha preocupado el futuro que espera a sus alumnos. Después de abandonar el colegio cada uno sigue su propio camino para hacer su vida, y no todos tienen la misma suerte.
Esta profesora se encontraba en un momento especialmente delicado de su vida, ya que acababa de superar una enfermedad que casi le cuesta la vida. En cuanto conocieron su situación, un grupo de ex alumnos le prepararon una sorpresa muy especial para agradecerle la dedicación que siempre tuvo con ellos.
Sin duda, es una forma alucinante de agradecer todo lo que hizo por ellos, y el mejor regalo que puede recibir un profesor.