La reacción más habitual al ver la imagen es la de indignación, aunque en realidad es un ejemplo más de lo que sufren, día a día, millones de mujeres en el mundo obligadas por sus empresas a desempeñar su trabajo con tacones.
Nuestra protagonista se llama Nicola Gavins, y es una maquilladora profesional canadiense que se ha hartado y ha publicado en su cuenta de Facebook una imagen que se ha convertido rápidamente en viral: la imagen, que puede que a muchas mujeres os resulte muy familiar, muestra los pies de amiga suya que trabaja como camarera después de una jornada laboral de 8 horas.
Esta es la imagen, demoledora:
Según denuncia en las redes sociales Gavins, las camareras de este restaurante están obligadas a llevar zapatos a no ser que haya una razón médica que lo impida. Además, su jefe les obliga a comprar con su propio sueldo un uniforme de alrededor de 30 dólares, algo que ocurre exclusivamente con las mujeres ya que los hombres que trabajan en el restaurante pueden ir con la ropa que les dé la gana…
A cualquiera que coma en los Restaurantes Joey’s (específicamente el de la Avenida Jasper, Edmonton).
Sus normas siguen siendo que las empleadas tienen que llevar tacones a no ser que tengan alguna restricción médica, los pies de mi amiga estaban sangrando hasta el punto de haber perdido una uña, y aún así el supervisor de su turno le regañó y desanimó cuando quiso cambiarse a un calzado plano (le dijeron específicamente que en su siguiente turno tendría que llevar otra vez tacones).
Además, las empleadas tienen que comprar un uniforme/vestido que vale 30$ mientras que los hombres pueden ponerse cualquier ropa negra de sus propios armarios (y no están obligados a llevar tacones).
Requisitos arcaicos y sexistas, y unas normas totalmente asquerosas.
Tengo muchos amigos en el sector servicios y conozco a muchas mujeres que de todas formas ganan muchas propias sin tener que sacrificar su comodidad mientras atienden. Seguiré apoyando a esos establecimientos.
Actualización — En Joey’s también tienen turnos de formación a los que no pagan sueldo, lo cual es ilegal según las leyes del trabajo de Alberta. ¡Una mierda muy grande!
La cadena Joey’s ha negado la fotografía, y el resto de acusaciones de Gavins, aunque varios camareros y camareras se han unido a la denuncia de sus malas prácticas.
Eso sí, como decíamos más arriba, es una situación por la que pasan todos los días millones de mujeres en todo el mundo.
¿Os pasa a vosotras, o conocéis a alguien en esta situación? Contádnoslo en los comentarios.