Aquella primera edición de Gran Hermano fue el origen de todo: audiencias exageradas, Mercedes Milá hablando de “experimento sociológico” y un grupo de jóvenes dentro de esa mítica casa en Guadalix de la Sierra que nos tuvieron pegados a la pequeña pantalla durante tres meses.
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Ismael Beiro, Israel Pita, Jorge Berrocal —alias “quién me pone la pierna encima“— y su polémico romance con María José Galera, o Ania Iglesias, fueron los primeros en entrar a la famosa casa, que en su primera edición se vendía como “la vida en directo“.
En el programa entraron 10 concursantes, pero cuatro de ellos abandonaron por motivos diferentes —dos de ellos porque sus parejas habían sido expulsadas, otro por la gravedad de la enfermedad de su padre y la última porque una revista de tirada nacional difundió que había ejercido la prostitución—, por lo que tuvieron que entrar en la casa el mismo número de reservas.
Pero vamos a centrarnos en el mencionado Jorge Berrocal y Maria José Galera. Durante el reality, como todos recordaréis, se convirtieron en la primera pareja de la historia del reality. Una relación que fue tan intensa como breve, ya que fue ella la primera expulsada de la historia del programa. Aquella situación provocó que escucháramos una de las frases más famosas de Gran Hermano y, si nos apuráis, de la historia de la televisión de nuestro país: “¡quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza!”
Al final, como hizo Silvia Casado después de la marcha de Israel, Jorge acabó abandonando el programa después de pasar un tiempo llorando sin dejar de abrazar una foto de su amada.
Fuera de la casa, la relación terminó en escándalo y los dos sacaron tajada recorriendo los platós habidos y por haber y sacando todos los trapos sucios posibles.
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Jorge le pilló el gusto a eso de la televisión; se convirtió en tertuliano de Crónicas marcianas y participó en Hotel Glam, aunque, ironías del destino, en este caso se convirtió en el primer expulsado. En 2010 se apuntó a aquello de El reencuentro, donde intentó reconciliarse con su ex, pero esta vez fue ella la que abandonó a la semana. La sustituyó su ex compañera Silvia.
En cuanto a María José Galera, tuvo que enfrentarse una vez fuera de la casa a duras acusaciones que aseguraban que había ejercido la prostitución. Algo que hoy en día es una triste realidad —airear los trapos más sucios de cada uno de los concursantes—, pero que en aquel momento fue todo un escándalo.
La polémica “gran hermana” probó suerte con careos con su amado, protagonizó portadas de revistas, se desnudó en Interviú e incluso grabó un disco.
Pero al final, sin mucha suerte, decidió apartarse del mundo de la televisión.
Recientemente reapareció en el fallido Contraclub de la edición actual de Gran Hermano. Se trataba de un espacio en el que los concursantes expulsados convivirían con las mismísimas María José Galera, Maite Galdeano y Amor Romeira.
Un limbo del que podrían ser repescados… pero que se vió truncado cuando Maite se reveló como un personaje más polémico e impredecible de lo normal. Los tiempos han cambiado, y al lado de la última hornada de participantes del reality incluso la polémica María José Galera resultaba tímida…
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Posteriormente, ¡Qué tiempo tan feliz!, el programa que presentaba María Teresa Campos, recibió a los concursantes de la primera edición del reality. Un verdadero reencuentro al más puro estilo del de Operación Triunfo.
María José no pudo estar presente en el reencuentro pero quiso dedicarle unas palabras a Jorge vía Skype. “Fueron los 11 días más maravillosos de mi vida, forma parte de mi corazón y siempre estará ahí“, dijo desde México.
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Parecía que este reencuentro podía llegar a buen puerto, pero Jorge quiso dejarle las cosas claras: “te agradezco lo que has dicho pero yo no puedo decir lo mismo“. Jorge reconoció en el programa que si pudiera volver atrás no hubiera abandonado por ella.
“Si no me hubiera enamorado hubiera conocido a mis compañeros mucho mejor, hubiera disfrutado y la gente no hubiera pensado mal de mi.”
Aquí tenéis el momento:
La marcha de María José a México tiene mucho que ver con una de las grandes tragedias de su vida: su hija mayor, Estefanía, nació con parálisis cerebral, y la ex Gran Hermano sufrió mucho cuando esta falleció. “Caí en una depresión bastante grande, pensando incluso en la muerte“, ha llegado a confesar.
Queriendo cambiar de vida, se marcó a México con sus otras dos hijas, y actualmente vive en Cancún con su marido y sus hijas, donde trabaja en un centro comercial. Es sí, sigue diciendo que su sueño es ser presentadora de televisión, así que puede que en cualquier momento la volvamos a ver en nuestras pantallas…
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
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Por cierto, ¿os acordáis de Sabrina, la ganadora de Gran Hermano 2? Pues este es su aspecto actual… y el giro que ha dado a su vida.